Pooja tiene nueve años y una sonrisa inmensa. Vive con sus seis hermanos y su madre en una habitación en las proximidades de Meidan Bazar, en el centro de Calcutta.
Juega a ser mayor, sin saber, en el fondo, que sus ojos son ya adultos. Cuenta historias que preferiría que se quedaran en cuentos, donde los buenos no ganan.
Pooja vende horquillas y a cambio te devuelve a la vida, al cariño y a la nostalgia. Pooja sueña con ser policía "para que nadie me haga daño".
Desde Lights of hope le mandamos un abrazo enorme y muchísima energía.
Hola guapa, esa sonrisa no tiene precio. Animo
ResponderEliminary seguir asi, sois geniales, os admiro